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Los neumáticos, además de permitir el desplazamiento del vehículo, cumplen diversas funciones, todo ello gracias a su diseño, estructura y composición. En el siguiente artículo te mostramos las funciones más importantes del neumático, así como sus partes principales.
La importancia del neumático y su utilidad son respaldadas por las investigaciones y avances continuos que han dado lugar a innovaciones como: neumáticos antipinchazos o Run Flat, neumático autorreparable, rueda sin neumático…
Funciones del neumático
Soportar el peso del vehículo y de su carga, así como resistir las transferencias de carga que se producen durante la aceleración y frenada.
Transmitir la potencia útil del motor y los esfuerzos de los sistemas en las diferentes situaciones (cambios de dirección, aceleración y frenada).
Rodar de manera segura y confortable, ofreciendo una baja resistencia a la rodadura.
Mantener la trayectoria marcada por el conductor y guiar el vehículo con precisión, con independencia del tipo de suelo y de las condiciones climáticas. El neumático tendrá que soportar esfuerzos transversales sin deriva de la trayectoria. Respetar las diferencias de presión entre los ejes delantero y trasero garantizará la estabilidad de la trayectoria.
Amortiguar las irregularidades de la vía y proporcionar confort.
Durar, manteniendo durante millones de vueltas sus prestaciones. Esto dependerá de las condiciones de uso, así como de la calidad de contacto con el suelo.
¿Cuáles son las partes principales del neumático?
El neumático del vehículo está formado por:
Banda de rodadura: es la zona que está en contacto con el terreno. Está fabricada en caucho, conteniendo una serie de ranuras talladas (el dibujo de la cubierta). Sus funciones básicas son: proporcionar adherencia al pavimento, conferir resistencia al desgaste, amortiguar golpes e impactos a la carcasa.
Hombros: extremos laterales dispuestos a continuación de la banda de rodadura. Están destinados a proteger la cubierta de choques y roces.
Carcasa: contiene una capa de cables textiles. Su misión principal es soportar la carga. Aporta flexibilidad y resistencia a la cubierta, ayuda a soportar la presión interior del neumático.
Calandraje interior: fabricado en caucho. Aporta estanqueidad, reemplazando la cámara en los neumáticos modernos.
Flancos: compuestos por caucho. Son los bordes laterales del neumático en los que se encuentran grabadas las características del neumático. Su cometido es aportar protección contra las agresiones laterales y los efectos atmosféricos.
Refuerzo del talón: compuesto por aramida, cordón de acero y nylon. Su objetivo es dotar al neumático de estabilidad y precisión direccional, asegurando el final de las capas de acero situadas en la carcasa y reforzando la estructura que compone el núcleo del talón.
Núcleo del talón: formado por cable de acero engomado. Asegura el ajuste del neumático en la llanta.
Imagen: Pixabay