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(Actualizado – octubre 2020)
Una vez que los neumáticos han superado su vida útil y ya no se encuentran en condiciones de cumplir con las funciones para las que han sido creados, pasan a convertirse en residuos que deben ser convenientemente tratados.
Solamente en España, se desechan cerca de 200.000 toneladas de neumáticos en los talleres y Centros Autorizados de Tratamiento de vehículos fuera de uso. Debido a su composición y fabricación masiva, los neumáticos requieren de una especial gestión al finalizar su vida útil para evitar problemas de contaminación ambiental, así como la aparición de vertederos incontrolados.
Dependiendo del tipo y categoría de los neumáticos, su composición variará, pero, generalmente entre las materias primas se encuentran: negro de carbono, caucho, textil, acero, azufre, óxido de zinc y otros aditivos que representan una amenaza ecológica.
En España, el Real Decreto 1619/2005, de 30 de diciembre sobre la gestión de neumáticos fuera de uso (modificado por el Real Decreto 731/2020, de 4 de agosto), regula las principales obligaciones de los diferentes implicados en la gestión de este tipo de residuos.
Ciclo de gestión y tratamiento de neumáticos usados
Ciclo de gestión
El ciclo más habitual que sigue un neumático que se sustituye es el siguiente:
1. El taller realiza la sustitución de los neumáticos antiguos por otros, ya sean nuevos, recauchutados o de segunda mano.
2. Los talleres realizan la entrega de los neumáticos fuera de uso a los gestores autorizados.
3. Los neumáticos antiguos son llevados a Centros de Recogida y Clasificación. Aquí se inspeccionarán y clasificarán en: neumáticos de segunda mano o de ocasión (aquellos que no han superado su vida útil), neumáticos para recauchutar (tienen gastada la banda de rodadura, pero reúnen las características y condiciones técnicas para que puedan seguir siendo usados tras sustituir su banda de rodadura mediante un proceso de recauchutado) o neumáticos no aptos para ninguno de los fines anteriores (serán entregados a Centros de Transformación para su valorización energética y/o material o a empresas que los utilizarán para aplicaciones de ingeniería civil).
4. Los neumáticos que han sido recauchutados o clasificados como de segunda mano son introducidos de nuevo en el mercado, dando lugar a la reutilización del neumático.
Tratamiento
Los neumáticos no aptos para su reutilización serán tratados en los Centro de Transformación, donde se triturarán y separarán en diferentes elementos:
- Acero (proceden de cables y mallas y son separados antes del proceso de trituración). Se destina a reciclaje.
- Textil (proceden de mallas de fibras textiles y son separados durante el proceso de trituración). Se depositan en vertederos.
- Chips (trozos de neumático de 2,5 X 2,5 cm aproximadamente). Son asignados a valorizaciones energéticas (incineradoras o cementeras) o materiales (arquitectura o ingeniería civil).
- Granza (gránulos de neumático de 1mm a 10 mm). Se destina a reciclaje.
- Polvo de caucho (es la fracción más fina y su tamaño varía entre los 0,5 mm y 1 mm). Se destina a reciclaje.
Problemas que generan
Un neumático tarda más de 1000 años en desaparecer, suponiendo un gran problema para el medioambiente.
La acumulación de neumáticos y los vertederos incontrolados conllevan un gran riesgo ecológico, que se ve agravado por las posibilidades de incendio asociadas a su gran combustibilidad (con la consiguiente emisión de partículas tóxicas al aire).
El agua que se acumula en los neumáticos supone un riesgo al favorecer la proliferación de mosquitos, constituyendo una amenaza para la salud pública (ya que pueden transmitir virus responsables de fiebres y encefalitis). Además, la acumulación de neumáticos también puede dar lugar al aumento de roedores y réptiles.
Contaminación visual.
Reciclaje, usos posteriores y otras soluciones
-Investigación por parte de los productores para crear neumáticos con una mayor vida útil y más facilidad de reutilización.
–Utilización cuidadosa por parte de los conductores, circulando con la presión adecuada y evitando frenadas y acelerones bruscos, de manera que se reducirá el desgaste.
–Reciclaje:
- El acero se convierte en materia prima de las acerías.
- El polvo de caucho puede emplearse para las mezclas bituminosas presentes en los pavimentos de las carreteras.
- La granza de caucho puede utilizarse para fabricar elementos de protección de carreteras, pavimentos que están sometidos a un gran desgaste, suelos elásticos prefabricados (baldosas, planchas, rollos). También puede ser utilizada en las superficies de los parques infantiles, en pavimentos de instalaciones deportivas…
- Chips: se emplean como materiales granulares para los sistemas de drenaje.
- Combustible en centrales productoras de energía y en fábricas de cemento o en plantas de incineración de otros residuos.
- Otras aplicaciones: aislante acústico y térmico, neumáticos enteros para estabilizar taludes en construcciones, rellenos de césped artificial, suelas de calzado,…
Imagen: Pixabay