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Todo vehículo requiere revisiones y mantenimientos regulares en el taller para garantizar su funcionamiento óptimo. En este sentido, el mantenimiento preventivo del vehículo (vigilancia y cuidado del vehículo rutinarios sin esperar a que aparezcan averías) presenta una serie de ventajas: permite alargar la vida útil del vehículo, ahorrar dinero (pues contribuye a evitar averías graves) y garantizar la seguridad de la conducción.
En el siguiente artículo te damos las claves sobre el mantenimiento preventivo del vehículo.
¿Cuáles son las verificaciones más habituales del mantenimiento preventivo?
1. Aceite y filtro de aceite
El cambio de aceite variará en función de la marca, motor y antigüedad del vehículo…, oscilando entre los 10.000-20.000 km o cada año (si no se han alcanzado los kilómetros mínimos). El cambio de aceite irá necesariamente acompañado de la sustitución del filtro del aceite.
Además de la sustitución del aceite en el taller, es conveniente que chequeemos el nivel de aceite mensualmente para asegurarnos que es el adecuado. Durante el invierno, también es recomendable comprobar la viscosidad.
2. Otros filtros
El filtro de aire del habitáculo, filtro de combustible y filtro de aire del motor deben ser revisados, al menos, una vez al año.
El filtro de combustible se suele sustituir cada 60.000 km o 4 años.
3. Luces
Se recomienda vigilar mensualmente el correcto funcionamiento de las luces para detectar incidencias o bombillas fundidas a reemplazar.
4. Frenos
Los discos y pastillas de freno van sufriendo desgaste. Ante cualquier anomalía se debe acudir al taller.
También es necesario comprobar el nivel de líquido de frenos mensualmente. Este debe permanecer siempre igual.
5. Ruedas
Se debe comprobar la presión (en frío), el estado del neumático (para detectar posibles grietas, nivel de desgaste…).
6. Líquidos
Anticongelante: es recomendable reemplazarlo todos los años con la llegada del frío y verificar su estado regularmente, especialmente en invierno.
Líquido de transmisión: se debe comprobar mensualmente. Su sustitución suele hacerse cada 60.000 km.
Líquido de dirección: se debe verificar mensualmente. Es conveniente comprobar, también, que las mangueras y la bomba no presentan fugas.
7. Correa de distribución
Suele cambiarse cada 100.000 km. El plazo concreto vendrá marcado por el fabricante, pero es muy importante no sobrepasar ese tiempo ya que su rotura podría ocasionar consecuencias irreversibles en el motor.
8. Limpiaparabrisas
Se debe comprobar periódicamente el nivel del líquido del limpiaparabrisas. Asimismo, también se atenderá al estado de las escobillas. Normalmente, después del verano suelen presentar una mayor degradación debido al efecto de las altas temperaturas.
9. Catalizador y escape
Se recomienda su revisión en el taller cada 60.000 km. Se debe estar alerta ante cualquier fuga o corrosión.
10. Amortiguadores
Es conveniente que sean revisados por el taller cada 20.000 km. Unos amortiguadores en mal estado pueden hacer que se dañen otros elementos como: palieres, neumáticos, rótulas…